A ti que no regresaste...

Lo que más me duele es que aún así no puedo olvidarte.
Y gracias a muchas cosas que provocaste, y que sigues provocando dentro y fuera de mi, no me quedó más remedio que comprender las dos salidas que tengo:
Una, que la puerta quedará abierta, hasta mañana, hasta que tu decidas cerrarla, hasta que ya no importe que vuelvas a entrar por ella.
Otra, que necesito superarlo, tal vez esperar a que el dolor cierre la puerta, lo que no necesariamente tiene que ser olvidar lo que vivimos. No olvido el sabor de todos los chocolates dulces por uno amargo. Como decía, necesito superar lo que nos pasó, y para eso necesito dar un paso hacia el frente y hacer lo único que no me he permitido en todo este tiempo.

Aquí estoy, terror absoluto.

Cayó la noche sobre mi horizonte, así como caen los ángeles con las alas cortadas, y una inocente llovizna vino desde el cielo, como una bandada de flechas envenenadas a hacer morada en mi rostro. Sentí el viento frío, escuché atenta y en silencio, y supe que eras tú.
Tu, siempre tu. Quien se deleita echando sal en mis heridas, quien con sus botas empantanadas quiebra la esperanza de mis ojos lagrimeando entre mis manos, suplicando un segundo de piedad, rogando entre lágrimas de desespero, paz para mi alma. Eras tú, cubriendo tus ojos color de infierno, tu cara en matices de terror, esta vez frente a mí.
Dices que no merezco vivir, que no valgo la pena, que para ti es una insensatez que pueda siquiera respirar el mismo aire que tu. Pero aquí estoy, una vez más, levantando la cara del lodazal con la plena intención de hacer frente a tus malas intenciones, sin fuerza pero con valor, sin poder pero con voluntad. Aquí estoy, con las manos vacías, rompiendo tus cadenas, desafiando tu autoridad para que no vuelvas a dominar mi consciencia ni seas capaz de paralizar mis acciones.
Siento que me odias, y es cierto, haz hecho que me odie a mi misma por ser débil ante ti, por depender del todo de ti. Pero no más. Yo morí segundo a segundo, rindiéndome entre tus manos, pero he vuelto como un fénix para dar la pelea, y sé que no lo esperas, pero esta vez no peleo con la intención de perder.
Aquí estoy, terror absoluto.
Aquí estoy, miedo.
Aquí estoy, para que no vuelvas a ser un enemigo perfecto nunca más.

Un instante...

La vida pasa en un instante.
Lo que disfrutamos, la felicidad, no es más que un instante.
Si amo, si río o si muero, si escribo, si disparo o si leo. Si me gustas, si me amas o te amo.
Existo, soy y vivo en un instante, que es tan importante como la vida entera. Como lo que conoces y no valoras. Lo divino y efímero que haces real y pudres.

I wonder what people’s praying about.

I wonder what people’s praying about.

Praying to be rich like a hypocrite Christian?

Praying for world peace? Fat chance that will ever happen.

Praying for their sins to be forgiven, or for their kids not to be like them.

Maybe nobody prays anymore, they just pretend.

Or praying for me. For my lost soul.

No me escapo de ti.

He divagado por caminos inmensos, que no me llevan a ninguna parte, siguen trayéndome al mismo sitio, donde no hay escapatoria, no lo logro entender, solo hay lo mismo por cualquier lugar que busco.

Creo que he perdido la cordura, ahora te veo en cada pensamiento, te reflejas en cada espejo, en cada vaso de agua, en cada rincón de mi imaginación. Creo que estas fijado a mí como una estrella al firmamento; también creo que lo que hemos hecho el uno con el otro es reprochable, injusto, sádico, desgarrador y, un tanto morboso. Creo que aun sabiendo esto, me encanta lo que tenemos, cuan más aterrador y complicado sea, mejor.

Cinco sentidos...

No se trata del aroma a pasión que desprenden tus cabellos, ni ese perfume exquisito que se recoge de un tibio paseo por los bordes de tu cuello. Es la audacia de tu delicado olfato, aventurándose, explorando con sutiles caricias y suaves cosquillas cada espacio de mis manos, inquisitivo sin ser insidioso, decidido sin parecer brusco, preciso sin parecer premeditado…
Luego abres tus ojos y opacas el brillo del sol con tu mirada, acompañando sus destellos con cada movimiento del arco de tus cejas, al tiempo que cada pestaña se convierte en un rayo de luz que inunda mi silueta. Así encadenas mis acciones en función al brillo de tus pupilas, esclavizándome, avergonzándome, subyugándome ante la incapacidad de sostener la fuerza que imponen tus ojos…
Hasta que superas la distancia y a milímetros de mi piel te armas de valor para susurrarme, como si dejara caer algunas gotas sobre las sabanas, un montón de palabras incoherentes a el oído, con la clara intención de hacerme sonrojar o verme sonreír, mientras me pierdo en ese laberinto dibujado en tus orejas, que se adentra en tu cabeza como senda en pleno bosque, rumbo a tu conciencia, rumbo a tu memoria...
Y entonces levantas el rostro resuelto a llegar tan lejos como te sea posible, e inundas mi universo con el calor de tu aliento, exhalado entre suspiros que consumo como si no hubiese más oxígeno para mí. Te vas acercando, hasta que la sedosa superficie de tus suaves y dulces labios hace morada entre los míos, dándome a probar el elíxir de tu boca, destilado en esa dulce esponja que has hecho de tu lengua, capaz de absorber mis carencias y de emborracharme como a una mercenaria que vaga sedienta por el mundo.
Empieza el peligro, lo siento, lo sufro y lo disfruto, por momentos me dejas ver y por otros imaginar el rumbo que toman tus manos, sea en tu cuerpo o en el mío, para luego secar cada gota de sudor que en mi frente delata tanto nerviosismo de mi parte, y atravesando mi piel hasta llegar a mi alma te dedicas a un masaje que nos relaje por completo, prestos a indagar una vez más si queda alguna parte de nosotros que no sea capaz de estremecerse ante el roce intencionado que es preludio de un episodio más de una pasión sin ataduras…
A veces los padezco, algunas otras los estimulo, constantemente los condecoro con sutiles halagos, sean de palabra o prescindiendo de ellas. Lo cierto es que esos son tus cinco sentidos, las cadenas de mi alma, quienes roban las horas al tiempo para extrapolarme de mi horizonte y sugestionarme, como las migas de pan del cuento, a llegar a tus dominios…

Intentando vivir, intentando escribir.

No quiero más de esta puta realidad la cual me hastía cada día más. No puedo dejar de escribir, es que siento que debo, son esas mierdas que no puedo decir, eso que no puedo tirarle al mundo, porque al mundo le da asco untarse de mierda, el mundo odia todo lo que no les haga creer lo que quieren, y por eso lo tiro aquí, aquí no hay humanidad para juzgarme .

últimamente, he vivido tantas cosas, que creo que ya no hay espacio para mi imaginación, es que cuando ya lo que escribo es real, ya no quiero escribir mas de eso; no es lo mismo, no sabe igual, no tiene ese dulce sabor  utopía. Es que si vivo no razono, y si razono no vivo, no se puede entender la vida y vivirla al mismo tiempo, es que yo quiero hacer lo imposible; no se que prefiero.

Ahora, solo podré escribir sobre otras cosas que no quiero, por ejemplo de política, nunca falta de qué hablar, pero todo el mundo habla de ella, no quiero opinar si no tengo algo mejor que decir. Puedo hablar de mis amigos muertos, de mis temores siempre vigentes, de amores imposibles, tampoco de esos quiero hablar, pero es lo único que hay.

Podría escribir lo que me pasa, y entonces todo sonaría tan patético, que me daría lastima de mi misma, y leería esos poemas que te hacen sentir deprimido y miserable, intentaría llorar, pero como suele suceder, no podría. Un poco después me fumaría un cigarro, me tomaría un café, y al cabo de un rato… todo sería la misma mierda, exactamente la misma mierda. 

Carta a un ingrato.

Lastima las cosas no se presentaron de la mejor manera para ninguno de los dos, suficiente razones ella tenía para no creer en ti, y a pesar de todo te dio oportunidades que nunca te importaron, ¿Qué esperabas de ella, ilusionarla? Ya entiendo, para ti ella solo represento  un pasatiempo en tu vida. ¿Pero Sabes? No fue ella la que te busco todo este tiempo, y mucho menos la que te escribió e insistió para que te quedaras…. Y lo que menos comprendo es que después de tanto insistir te rindieras tan rápido y ni hicieras el mínimo esfuerzo por ganarte su cariño.

Ella no se sienta a llorar ya que siempre supo en el fondo que algo así podría suceder, tampoco se quiso ilusionar y aun así sin quererlo lo hizo un poco inconscientemente, y le dio alas a los sentimientos pero esas alas se cortaron antes de emprender el vuelo.

Lo único que ella lamenta, es el no haberse dado cuenta de tus intenciones y sentimientos mucho antes.

Esta respuesta no es una descarga ni una excusa, es un sentimiento que se aloja en alguien, que vuelve a tener otra razón más para decepcionarse del amor, pero solo el tiempo le mostrara que las derrotas forman parte del aprendizaje por mas difíciles que puedan resultar.

Julio cortazar, rayuela, capitulo 7.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.


Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Only unfulfilled love can be romantic...

Es como cuando de la nada aparece una sombra detrás de ti que no se aleja… y te sientes saturado, presionado, hasta el cuello. Piensas que nada tiene sentido, que esto no tiene remedio, que cómo demonios viniste a caer en semejante rollo si sabías perfectamente que no te iba a llevar a ningún lado…
Sí, yo también lo he sentido…
Y creo que es una completa estupidez cuando caigo en cuenta de que no me aburro de ti, sino de mí. Cuando comprendo de golpe que en realidad te sofoco y sofoco al resto de la humanidad algo que en el fondo de las cosas es mi culpa: El ser intolerante, infantil, una malcriada. Precisamente, eso me ha sucedido últimamente; no me refiero al hecho de que no me importes, sino la idea alrededor de mi cabeza preguntando ¿De verdad quiero estar contigo?
La respuesta llegó en medio de un mar de lágrimas donde se confundió mi llanto con lo que pasa por mi mente yo entendí que las razones que me hacen dudar de lo que siento por ti, las que me hacen creer que lo nuestro no va para ningún lado o peor aún, las que hacen el papel de simples excusas para darle punto final a esto en el momento menos indicado, provienen de mi inseguridad, del miedo que me da que un día te des cuenta de que no me quieres y me dejes sola, de una inverosímil creencia en que ya en este mundo no hay corazones limpios y capaces de amar como para contener sentimientos sin mácula que, queriendo o no, has ido erradicando de forma muy sutil de mi consciente. Y cada vez que se acerca el día en que celebro el haberte conocido, comprendo que todos los amores son imposibles, porque si no lo fueran los amantes desistiríamos de querernos. No tendríamos nada por qué luchar.
Con esto pretendo hacerte saber quiero estar consciente de que esto es una guerra en contra de mis prejuicios y viejas experiencias que no tiene fin… porque de seguro estaré ahogándome en un vaso de agua, al tiempo que tú piensas cuánto me quieres y cuánta falta te hago o simplemente cuanto me odias.
Por eso, y por muchas otras cosas (que ya sabes y, las que no, no son tan importantes) es que te quiero, y por las mismas que he decidido renunciar a estar con tigo.

Realidad momentánea.

Iba caminando por la calle, me encontré con el mundo.


Respire.
Pensé.
Sentí.
Cruce la calle.


Seguía caminando pero ahora robóticamente, pensaba en las razones, los motivos, quería creer, pero no podía. La gente me miraba como una extraña. No podía huir de nadie, ¿o acaso se puede huir de sí mismo, del mundo de los pensamientos? Parecía asustada, no lo estaba.


De nuevo respire.
Pensé.
Me di vuelta.
Grite.
Y me di cuenta que no estaba.
Desperté.


En una habitación solitaria, donde una figura sublime, el humo y la oscuridad dominaban el espacio, el tiempo, el momento. El momento en el que se acercó, para saciarnos el hambre a suspiros, los suspiros de personas con una obsesión. No hubo tiempo para respirar.


Tocar.
Morder.
Besar.
Sentir. Placer. Complacer.
Nunca, nunca pensar.


La boca sabia a chocolate y el delirante sabor de los jugos prohibidos, echaba a perder toda razón para no amarnos apasionadamente.


Respire.
Pensé.
Grite.
Mire. No había nada.


Solo quedo el humo y el aroma a sexo. Te dije que te escribiría, no lo hice. También que te gritaría y te largarías, en ese momento pude, y lo hice sin dudarlo.


Volví a encontrarme en la calle con el mundo de mis pensamientos. Ahora caminaba tranquila, solo estaba huyendo de el mundo real. Ahora la gente me miraba como si tuviera una cara de extraño placer y tranquilidad. Pero parecía asustada, no lo estaba.

Un poco sobre mi, o lo que creo ser.

No sé por qué siento la absurda necesidad de describirme...


-Cuando algún día me levanto en mi cama, y pienso que debería ser secuestrada por extraterrestres, siento que mi vida no es para nada emocionante.
-Me asombra mi productividad nocturna, no, no en ese sentido.
-Creo que cuando le pierda totalmente el miedo a la vida, le perderé el miedo a la muerte.
-Siempre he creído que ser ignorante, y sumisa, son cosas que nunca poseeré.
-Me gusta fumar, el cigarrillo y la vida se equilibran, creo que si hay cosas en la vida que, por ahora, no estoy dispuesta a dejar es el cigarrillo.
-Creo que viví en algún lugar antes de estar en el útero... si, realmente lo creo. y no fue reencarnación.
-Conozco pocas, muy pocas personas de mi edad, con mis gustos musicales.
-Los gatos saben que las cosas son como son, saben que no hay porque emocionarse.
-A veces me gustaría que las personas de donde vivo, tuvieran una mente más abierta, y un sentido del humor más negro, todo sería más fácil para mí.
-Odio cuando la gente me critica por pensar en mi, antes y más que en ellos, para mi es algo completamente natural.
-Soy atea, y no, no significa que no creo en nada, o solo en mí. Simplemente no creo ni en tu dios, ni en tu iglesia, ni en tu miedo.
-Hay días en los que me siento tan terriblemente sola, y aun así, no creo que alguien entrando en mi habitación, me quite ese sentimiento.
-Leer me distrae del mundo real. Leer me lleva a un universo paralelo. Leer es el arte más grande, después de la música. Leer es mi escapatoria.
-No creo ser lo suficientemente importante, como para que un "ingeniero de universos" se fije en que hago con mi vagina.
-Sí, soy feminista.
-Apoyo 100% el aborto, (pro-choice) y si a alguien no le gusta, simplemente no lo apoye.
-Apoyo la pereza física, aborrezco la pereza mental.
-Creo que una ciudad trabajando, hace más que un país rezando.
-Creo en la inocencia de la gente, otra cosa es que no me guste.
-Me he enamorado muchas veces en mi vida, pero no me ha durado más de una noche.
-La inocencia después de los 17, es bobada.
-Soy una blasfema activa, creo que a las religiones les falta auto crítica, y humor.
-Soy una persona de blancos y negros, en mis decisiones, y una persona central en sus pensamientos.
-No, no me comporto igual con todo el mundo. y el que diga que sí, es un habla mierda.
-No tengo el mejor genio del mundo, ni una paciencia muy grande.
-Creo que todo en exceso es malo, menos el amor.
-A veces pienso que me pierdo el amor por pensar tanto en el.
-Creo que si nos pudiéramos ver, nos daríamos cuenta de lo ridículos que somos.
-El sexo solo es gran cosa, cuando no lo haces.
-Me he sentido horrible mas allá de lo descriptible, deprimida y suicida, claro está, los sentimientos no perduran.
-La indiferencia es una puta, una perra, una destructora, una maldita.
-Creo que he intentado aprender francés por todos los medios posibles, pero siempre hay algo que me detiene.
-Tengo mil errores, mil defectos. Me amo, y no, no quiero cambiar!
-No sé porque se me hace tan difícil hacer que las personas que me agradan, sean mis amigos.
-Estúpido aquel que se llama así mismo "Interesante".
-Es definitivo, tengo serios problemas a la hora de dormir.
-No sé lo que quiero hacer cuando sea lo que quiero ser.
-No me arrepiento de nada en mi vida.
-A veces, me gustaría tener las habilidades artísticas de otras personas.
-No he visto la primera vez que revise un post más de una vez. Si, cuando corrijo ortografía en Word. Y creo que por eso a veces pueden ser incoherentes, pero qué más da, si los reviso, no tendría ni un post.
-Espero mucho de la gente, más de lo que pueden dar.
-A falta de poder dormir, muchas veces me la paso soñando despierta.
-Hay algunas personas a las que me gustaría pegarles en la cara, lastima saber que no solucionaría nada.
-Siempre he dicho, que el despecho no puede durar más de un día, es una regla fundamental, si, me gustaría poder romperla.
-Tengo tweeter hace más de un año, no se manejarlo, y nunca he podido saber que sería lo primero que pondría, eso es lo único que me detiene.
-No poseo la capacidad de ser maniáticamente celosa, como muchas de mis amigas.
-Creo que muchos hombres tienen algo en contra de las mujeres inteligentes.
-En el último año, me he vuelto bastante tímida, por poco que eso me agrade.
-Creo que adentro mío, hay más contradicciones que en la biblia.
-Mi primer y único nombre es Pamela.
-Naci bajo el signo de escorpión, el 26 de octubre. Y creo que casi siempre logra explicar mi temperamento.
-Tuve una obsesión por la película “the eye of the beholder” y “orgullo y prejuicio” ahora solo encuentro estúpidas las obsesiones, aunque aún tengo algunas.
-Nada de lo que escribo lo siento en realidad, todo es de mi imaginación (si es que se le puede llamar así).
-Todo post pasa por unos amigos antes de ser publicado, valoro muy poco lo que escribo, y casi nunca me gusta.
-Pienso que quisiera a alguien a mi lado, luego pienso en lo que conlleva y que no hay nadie disponible y el pensamiento se aleja de mi mente.
-Amo las metáforas, lástima que no soy muy buena con ellas.
-Me gustan las novelas románticas de amores imposibles. Creo que en sí, el amor es imposible.
-No puedo mirar a nadie a los ojos cuando miento. Mis ojos me delatan, dicen lo que quiero callar cuando digo otras cosas. Si alguien sabe interpretar mis ojos, no hay cosa que le pueda ocultar.
-Nunca me cansare de escuchar la canción “y está oscuro” de Tiziano ferro.
-Lo primero que noto de una persona es su mirada. Luego, el tono de voz. Y por último, su actitud.
-Tiendo a pensar algunas frases en ingles, luego lo traduzco, y suena tan asqueroso.
-Me gusta ver a un hombre dormir. Si, ya se lo extraño que eso suena.
-Tengo fama de “grinch”. No me gusta la navidad.
-Puse un flag counter en mi blog, me decepcione tanto, que decidí quitarlo.

Amor utópico

A veces no hace falta un hecho o una simple acción, tan solo una imagen, una frase puede decir tanto, nos roba tanto; la esperanza pende de un hilo, y sin embardo ha decidido no pensar en eso hoy, a las 3am acostada en su cama, acaba de despedir hasta pronto a su amor (o por lo menos el de esa noche). Trata de asimilar cierta clase de amor, un amor bonito, el de los grandes autores, amores como pocos, amores de esos que se forjan con el tiempo, con peleas y desencuentros, con risas, lagrimas, palabras, hechos, ruidos, silencios, compañía, mas nunca en soledad, porque sencillamente ya no estamos solos.
Si los hay, amores intocables irremplazables, amores que vencen y se hacen más fuertes, más sólidos con el transcurrir del tiempo. Amores con tal grandeza, que nos hacen dudar que tanta felicidad sea posible, que nos hacen luchar y esforzarnos por ser cada vez mejores. Amores sin los cuales estamos perdidos, caminando de nuevo a oscuras en medio de la soledad. Amores sin dudas, amores de dos, amores locos, divertidos, transparentes, sinceros, del alma, amores en los que nadie debería interferir, si no simplemente habría que sentarse a admirarlos un momento desde afuera, como una gran obra de arte, detenerse lo suficiente para darse cuenta de que son reales, para comprender que es posible amar sin temor alguno.
Aun es posible amar así de la forma más indescriptible, de la forma que invade cada una de nuestras células, de la forma en la cual alcanzamos la plenitud y nos da la certeza de que la larga búsqueda de ese alguien ha terminado, son amores de adentro (o quizá solo de antaño) llenos de pasión, de intensidad, de entrega y para algunos hasta de devoción.


Eres la persona que tiene el poder de hacerme sentir de nuevo en sintonía con el mundo, un ser para el cual en ocasiones no tengo restricciones, para el que un “te amo” constituye siempre el sonido más perfecto porque esta dicho con el alma, y son palabras pronunciadas desde la verdad.

Para ti que ya no eres el mismo.

Hace días habría dado media vida por tenerte una noche conmigo, para ver las estrellas danzando alrededor de la luna, o habría cazado a mil monstruos de los que se esconden en tus pesadillas, para velar tu sueño cuando mi cielo se incendiara y se cayera a pedazos.
Eras algo hermoso, sagrado, eras algo tranquilo que relajaba mi mente cada vez que el peso de las presiones recaía sobre mí.
Fuiste el artífice de millones de letras que juntas orquestaron el más sublime de los amores: el primero. Fuiste la inocencia que me sobraba, y luego me faltó, fuiste la alegría, fuiste la razón de ser de meses terribles escondida en un rincón de paredes tristes, y pinturas descuidadas y vencidas por el tiempo; Mientras cae en el fuego una estrella por cada sueño perdido, yo sigo aquí viviendo de nuevo…
Ahora has quedado atrás, ahora no eres diferente, distinto a los demás. Ahora formas parte de ese montón de almas sin rumbo que vagan a mi lado cuando camino en contra de todos,y de todo yendo cada vez más lejos, mientras que tú te quedas estancado, confundido, sin saber qué hacer.
Y me sorprende no hayas podido tomar el control sobre la situación.
Tú no eres el mismo, yo tampoco soy igual, y todo lo que había entre los dos no ha parado de cambiar.

Pensando a un desconocido....

No sé lo que piensas, y a veces me preocupa estar fuera de cada idea que divaga por tu mente como un cometa que atraviesa el firmamento sin un rumbo fijo, ni un destino definido.
No sé lo que crees, pero en todo este tiempo mi intención sólo ha sido indagar un poco más en tu forma de ser y de actuar, aunque siempre haya algún obstáculo de por medio o simplemente se me haga imposible leer entre líneas lo que callas cuando dices otras cosas.
No sé en realidad quién eres y, sinceramente, no es que no me importe, es que no tengo prejuicios en cuanto a ti, has sabido romper con cada uno de ellos, hacer que sean irrelevantes a la hora de estar con tigo, un desconocido.
Yo sólo sé que deseo saberlo todo de ti… y saber que es lo que me hace anhelarte, aún cuando no sepa muy bien quién eres.