9 ago 2010

Realidad momentánea.

Iba caminando por la calle, me encontré con el mundo.


Respire.
Pensé.
Sentí.
Cruce la calle.


Seguía caminando pero ahora robóticamente, pensaba en las razones, los motivos, quería creer, pero no podía. La gente me miraba como una extraña. No podía huir de nadie, ¿o acaso se puede huir de sí mismo, del mundo de los pensamientos? Parecía asustada, no lo estaba.


De nuevo respire.
Pensé.
Me di vuelta.
Grite.
Y me di cuenta que no estaba.
Desperté.


En una habitación solitaria, donde una figura sublime, el humo y la oscuridad dominaban el espacio, el tiempo, el momento. El momento en el que se acercó, para saciarnos el hambre a suspiros, los suspiros de personas con una obsesión. No hubo tiempo para respirar.


Tocar.
Morder.
Besar.
Sentir. Placer. Complacer.
Nunca, nunca pensar.


La boca sabia a chocolate y el delirante sabor de los jugos prohibidos, echaba a perder toda razón para no amarnos apasionadamente.


Respire.
Pensé.
Grite.
Mire. No había nada.


Solo quedo el humo y el aroma a sexo. Te dije que te escribiría, no lo hice. También que te gritaría y te largarías, en ese momento pude, y lo hice sin dudarlo.


Volví a encontrarme en la calle con el mundo de mis pensamientos. Ahora caminaba tranquila, solo estaba huyendo de el mundo real. Ahora la gente me miraba como si tuviera una cara de extraño placer y tranquilidad. Pero parecía asustada, no lo estaba.

1 comentario:

  1. Dulces frases que resuenan en la idea de realidad ... aveces se hacen ruido pero otras se hacen musica ...

    Att : Daniel Salazar Gallego

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