6 jun 2010

Para ti que ya no eres el mismo.

Hace días habría dado media vida por tenerte una noche conmigo, para ver las estrellas danzando alrededor de la luna, o habría cazado a mil monstruos de los que se esconden en tus pesadillas, para velar tu sueño cuando mi cielo se incendiara y se cayera a pedazos.
Eras algo hermoso, sagrado, eras algo tranquilo que relajaba mi mente cada vez que el peso de las presiones recaía sobre mí.
Fuiste el artífice de millones de letras que juntas orquestaron el más sublime de los amores: el primero. Fuiste la inocencia que me sobraba, y luego me faltó, fuiste la alegría, fuiste la razón de ser de meses terribles escondida en un rincón de paredes tristes, y pinturas descuidadas y vencidas por el tiempo; Mientras cae en el fuego una estrella por cada sueño perdido, yo sigo aquí viviendo de nuevo…
Ahora has quedado atrás, ahora no eres diferente, distinto a los demás. Ahora formas parte de ese montón de almas sin rumbo que vagan a mi lado cuando camino en contra de todos,y de todo yendo cada vez más lejos, mientras que tú te quedas estancado, confundido, sin saber qué hacer.
Y me sorprende no hayas podido tomar el control sobre la situación.
Tú no eres el mismo, yo tampoco soy igual, y todo lo que había entre los dos no ha parado de cambiar.

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