Amor utópico

A veces no hace falta un hecho o una simple acción, tan solo una imagen, una frase puede decir tanto, nos roba tanto; la esperanza pende de un hilo, y sin embardo ha decidido no pensar en eso hoy, a las 3am acostada en su cama, acaba de despedir hasta pronto a su amor (o por lo menos el de esa noche). Trata de asimilar cierta clase de amor, un amor bonito, el de los grandes autores, amores como pocos, amores de esos que se forjan con el tiempo, con peleas y desencuentros, con risas, lagrimas, palabras, hechos, ruidos, silencios, compañía, mas nunca en soledad, porque sencillamente ya no estamos solos.
Si los hay, amores intocables irremplazables, amores que vencen y se hacen más fuertes, más sólidos con el transcurrir del tiempo. Amores con tal grandeza, que nos hacen dudar que tanta felicidad sea posible, que nos hacen luchar y esforzarnos por ser cada vez mejores. Amores sin los cuales estamos perdidos, caminando de nuevo a oscuras en medio de la soledad. Amores sin dudas, amores de dos, amores locos, divertidos, transparentes, sinceros, del alma, amores en los que nadie debería interferir, si no simplemente habría que sentarse a admirarlos un momento desde afuera, como una gran obra de arte, detenerse lo suficiente para darse cuenta de que son reales, para comprender que es posible amar sin temor alguno.
Aun es posible amar así de la forma más indescriptible, de la forma que invade cada una de nuestras células, de la forma en la cual alcanzamos la plenitud y nos da la certeza de que la larga búsqueda de ese alguien ha terminado, son amores de adentro (o quizá solo de antaño) llenos de pasión, de intensidad, de entrega y para algunos hasta de devoción.


Eres la persona que tiene el poder de hacerme sentir de nuevo en sintonía con el mundo, un ser para el cual en ocasiones no tengo restricciones, para el que un “te amo” constituye siempre el sonido más perfecto porque esta dicho con el alma, y son palabras pronunciadas desde la verdad.