24 may 2010

Just to start...


Tantas veces intente escribir esto, tantas veces lo borré. no encontraba la manera perfecta de empezar. Pero esta vez es imperativo, es necesario terminarlo, aunque después quede la duda acerca de si debo o no hacértelo llegar.
A ti, que formas parte de mi vida, así no lo quieras, así yo no lo haya querido. A ti, que quién sabe cuántas veces pienses en qué haces conmigo, que somos mala compañía el uno del otro, que deberíamos buscar nuestros rumbos, pues bien lejos debe estar el tuyo del mío.
Eres mi reflejo y, a la vez, eres mi antítesis, porque los dos no podríamos ser del todo iguales. Pero nosotros… nosotros somos dos gatos negros, que deambulan escurridizos bajo la lluvia por la calle, buscándole refugio a nuestras almas y cuerpos cansados y nuestras mentes agotadas de tanto pensar en cosas que aún no sabemos si puedan tener sentido o, peor aún, si alguna vez podremos hacer realidad.
Ayer te vi. Ahí estabas, sonriendo, bebiendo. Pero en el fondo eras sólo tú, indefenso, nervioso, solitario, intentando acallar las penas de tu propia desgracia, sosteniendo tu falsa máscara de fuerza, aunque se vieran los bordes de una insondable debilidad.
Qué triste… Y lo es. Pero no te preocupes, no le diré a nadie nada de lo que vi. Porque yo lo siento igual. Porque tu eres mi reflejo.

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